Cuando un olvido puede marcar la diferencia
Remotos
aquellos tiempos, en que el hombre caminaba por los senderos de la vida, en
armonía y conjunción con su entorno externo e interno, la naturaleza no lo detectaba
porque era parte de ella.
Agazapado tras unos arbustos, con la respiración retenida, sudor en las manos y la vista fija
en su objetivo, los músculos en tensión, cual resortes a la espera de soltar su
energía ,esperando el momento preciso de atacar, un salto, una carrera, un
golpe seco y la cena está tendida, hay que trozarla en pedazos para poder
cargarla en los hombros, cortar la piel, comer en el lugar , la esencia de la
vida de la presa, su corazón palpitante y su hígado, fuentes de energía y vida
para poder recuperar el gran esfuerzo de haber seguido por días a la presa.
Carne fresca, sana, sin toxinas ni químicos, sin hormonas
ni antibióticos, sin grasas acumuladas, magra y fibrosa, una rica fuente de
proteína animal y grasas.
Alimentación complementada con la recolección de frutos
secos, miel, frutas estacionales, agua fresca, huevos ,hierbas y raíces.
La comunidad lo era todo, el abrigo, la protección el
sustento… todo los esfuerzos eran en un bien común.
Los amaneceres y atardeceres fueron continuando, aires de
cambio, el mundo cambiaba, el clima, el dinamismo de la naturaleza obligaba al
hombre a buscar soluciones que le fueran propicias y se fue acomodando,
asentando, amansando…. Y OLVIDANDO
El hombre olvido que la naturaleza obliga a los seres a
seleccionar sus alimentos según los nutrientes que necesita, lo hace de manera
instintiva sin análisis, solo lo hace.
El día de hoy cuando no somos capaces de oír nuestro
instinto ya casi inexistente y solo oímos las señales y lineamientos externos
que nos obligan sin darnos cuenta a consumir aquello que alguien nos ofrece en
su beneficio…. Hemos olvidado que necesita nuestro cuerpo para mantener sus
funciones y desarrollo como debiera ser.
La esencia de lo esencial, nuestro cuerpo tiene la
capacidad de producir prácticamente todos los nutrientes que necesita a partir
de los alimentos que se consumen…
Pero existen algunos que no puede
sintetizarlos por lo que deben ser consumidos directamente de ciertos alimentos
que los contienen… Alli radica el peligro… La industria alimentaria suele no
ofrecerlos como alimentos críticos de consumir y si lo hace, el proceso
industrial a lo que lo someten, termina eliminándolos.
Un caso crítico son los ácidos grasos esenciales Omega 3 en cuyo caso se presenta una deficiencia severa y el Omega 6 que se presenta una sobredosis severa.
En el caso de estos aceites la criticidad es triple, dado
la deficiencia de uno, el exceso del otro y además que entre ellos debe existir
una relación de aproximadamente 1 (O3): 5 (O6), en el mundo de hoy esta
relación bordea el 1: 25
El exceso de grasas Omega-6 y la deficiencia de
grasas omega-3 son factores que contribuyen a la aparición de muchas
enfermedades crónicas, como por ejemplo :
- Afecciones cardiacas
- Diabetes
- Artritis
- Depresion
Según las investigaciones
científicas, los AGE más beneficiosos para el organismo pertenecen al grupo
Omega-3, como el ácido eicosapentanoico (EPA en inglés) y el ácido
docosahexanoico (DHA en inglés).
Dentro del grupo omega-6 encontramos al excepcionalmente
beneficioso ácido gammalinoleico (GLA en inglés).
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